martes, 13 de marzo de 2007

Sigamos...

Hola de nuevo. Sigamos con esta pequeña historia.

Bueno, luego de luchar un rato contra mi cabeza cansada (y partirme un poco el cerebro), para poder hacer caber las maletas en la maleta del auto - que no era muy grande -, partimos directo a Bad Saulgau, en dirección a la que fue mi casa por 2 meses hace 6 años. En el auto Leonie iba a mi lado, separados solo por una maleta (que no hubo caso para hacerla caber atrás), y, entre nosotros, hube de empezar a rescatar esta lengua muerta, que nadie más que ellos (los germanos, claro está) habla, para darme a entender. José Antonio, adelante con Martin (el pololo de Leonie), hacía lo propio. Nos manejamos bastante bien, creo yo...

En la autopista yo meditaba como volveria a ser todo ahora, luego de tan largo tiempo. Meditaba mirando por la ventana, y viendo algunas luces pasar, y pensaba en cómo estaría Chile en ese momento, y recién en ese momento - recién ahí - comencé a notar que 5 meses y medio no es poco tiempo. La cantidad de cosas que experimentaría... no podía llegar a imaginar completamente!! Tan sólo pensaba, pues es claro que es bueno ensayar ese ejercicio alguna vez en la vida, no? En fin...

Entre luces y varios kilometros-por-hora intentaba imaginar como sería la primera imagen de la casa (de MI casa) de hace 6 años. Guardaba algunos recuerdos de cuadros, el piano, el comedor y el pasillo, de algunas caras y sonrisas, y de conversaciones con un tecito en la tarde, pero, al llegar me di cuenta de que 6 años no pasan en vano...

Me tocó ver que Bea, mi madre postiza, no era la misma que yo recordaba. Su enfermedad había avanzado bastante, y - por lo menos - hace 1 año ya que está en una silla de ruedas. Me dolió esa foto mental...me dolió verla así, y que lamentablemente la medicina hoy no puede hacer nada. Tiene esclerosis múltiple, y hasta aquí lo dejaré. Entonces, para no entrar en terrenos negativos, pasemos (obvio) a lo positivo... jejeje Lo genial es que no ha cambiado su enorme voluntad de enseñar (es profesora), y aún se maravilla con los cuentos de Chile, con las tonterías (que en alemán son pocas las que puedo decir jeje), con nuestra presencia. Desde el primer momento que estuve con ella, sentí que volvía a aprender.

La casa había experimentado bastantes cambios en estos largos 6 años. Dada la situación de Bea muchas cosas tuvieron que ser reubicadas, y otros sectores remodelados. Ahora ella necesitaba una pequeña mano, y su propia casa no iba a ser una complicación, sino que, al contrario, debía prestarle ayuda. Partiendo desde afuera, la puerta de entrada ya no era la misma, sino que habían instalado una rampa para subir con la silla; la cocina ya no estaba en la mitad del pasillo del primer piso, sino que justamente donde antes estaba el piano y la cama de Bea; y la pieza de Bea había sido movida hacia donde hace 6 años había un pequeño comedorcito para tomar desayuno y almorzar. El living se mantenía igual, pero habían agregado ahí el piano. Todos estos cambios me parecieron, cómo decirlo, eem... me parecieron "apropiados", pero, sin embargo, no era sencillo tragar ver a Bea moviéndose ahí... No, prefiero no hacer mucho comentario al respecto, sino que tan sólo imaginen lo que debe ser para ustedes de difícil tener que comenzar a valerse por sí mismos, pero con una mitad del cuerpo, y saber además que progresivamente seguirá dañándose y perdiendo funcionalidad.

Pasando a datos culturales, en Saulgau se habla un dialecto del alemán, que se llama Schwäbisch (suabo), que es bastante diferente al Alemán correcto (Hoch deutsch), pero claro que también hablan correctamente Hoch Deutsch... Así que en eso tambien nos ayudan a aprender, corrigiéndonos... La gramática es tan complicada en esta cosa de idioma, ah!!!! En fin, me queda harto tiempo por delante para poder aprender un poco más de esta cosa... Tuve también la oportunidad de apreciar cómo estaba Saulgau luego de 6 largos años. Las cosas, a decir verdad, seguían bastante iguales. ¿Qué se puede esperar de una "ciudad" con 10 mil habitantes? No habían muchos cambios, salvo que invadió el gigante gringo Mc Donald's, pero no mucho más... Todo seguía tan tranquilo como recordaba!!!

Leonie y Martin tenían un pequeño trabajo en Kaufland (un supermercado), que consistía en ir ciertos días de la semana en la noche a contar el inventario, para revisar como va el stock de la tienda. Mientras José y yo nos quedábamos en casa conversando con Bea, y también aprovechábamos de pegarnos unos pequeños paseos por los alrededores. Es siempre muy agradable poder salir a caminar sin sentir que nadie te está persiguiendo, que nadie te va a robar, y que puedes darte vuelta por estos paisajes helados de invierno sin preocupaciones (salvo la de no entender algunas cosas)...

Con la hospitalidad característica de esta gente, tuve la oportunidad de conocer varios lugares que en mi visita anterior no pude admirar. Entre ellos cuento Meersburg, a orillas del Bodensee, castillos (como el de Sigmaringen) e interminables campos verdes que rodean la Autobahn... Tuvimos también la suerte de que esos días el clima estaba bastante favorable - dentro de lo posible para un invierno alemán -, con sol a ratos, un frío soportable y abrigos y bufandas suficientes.

- 25. Febrero. 2007 -
En Saulgau permanecí 4 días, para luego dirigirme a la casa de Leonie y Martin, en Tübingen, ciudad mitad universitaria - mitad gente normal. Un viaje mañanero en auto - el mismo que Martin más tarde debía hacer de vuelta, pues tenía un pequeño trabajo - nos llevó directo a esta urbe, donde luego de descargar el auto (y pasar claramente esa mañana por el mismo proceso maletero del aeropuerto), y además subir 3 pisos con TODOS los kilos del mundo en las maletas, nos enfrentamos a la puerta del departamento de Schlenhardt-Raible...


Eran 2 piezas, una cocina y un baño... Suficiente para 2 personas. Imaginen lo siguiente: Párense bajo el umbral de la puerta, ok? Ya. Al fondo de este pasillo de no más de 5 metros se ve la puerta de la cocina. Pero no se me escapen...vamos de a poco, entremos en el departamento! Ya po. Entonces, a la izquierda aparece la primera pieza, que era el dormitorio de los cabros... Luego, siguiendo un poco más, a la derecha aparece la puerta del baño, y luego a la izquierda (antes de la cocina) aparece un "living", donde Leonie tiene su escritorio, las paredes llenas de fotos, posters y cosas, que recuerdan momentos felices con amigos, sus 6 meses en Panamá, y muchas cosas de su vida... Bueno, ahora pueden entrar a la cocina. Abrimos la puerta, y justo al frente hay una mesita y sobre ella una repisa. A la derecha aparece un pequeño refrigerador, acompañado de estantes para cubiertos, platos, etc etc, y obvio, lavaplatos...y, claro, no podía faltar, el calefactor de la cocina, como el que hay en cada pieza, y, no está demás decirlo, ayuda MUY BIEN a capear el frío de invierno. Habíamos traído de Saulgau un par de cubrecamas y almohadas para José y para mí. Armamos nuestro lugar pa dormir en el living, y ahí pudimos dormir 3 noches.

Como llegamos temprano a la ciudad fuimos a recorrer por ahí, para conocer un poco más de la vida actual de Leonie. Tübingen es atravesada por el río Neckar, y sobre el típico puente se puede sacar la típica foto de la ciudad (obvio que en verano), con un barquito en el río y la casa de una famosa poetisa que claramente no me acuerdo de su nombre, pero en fin, famosa... Como cualquier ciudad de Alemania, Tübingen no está exenta de los mil y uno negocios de venta de Kebaps, de pubs-bars, de una enorme iglesia antigua, de un castillo, del Marktplatz, de la Rathaus, etc etc...Lo típico que hay en todas las ciudades, pero acá la cosa era más especial. No sé por qué, pero lo era. Caminar por las calles acá era diferente que en las otras ciudades, pues, en primer lugar, éstas eran más empinadas, y, por otra parte, todo estaba bien concentrado en un solo sector, las casas tenían la típica Fassade de las casas Fachwerk (traducido: entramado). Caminar por acá era estar realmente en Alemania, rodeado siempre de signos que te lo recordaban... Muy linda la ciudad. Estudiaban acá también varios que yo conocí en mi estadía anterior, y que, claro, tuve la oportunidad de volver a ver.

Estos 3 días no estuvieron exentos de salidas, a tomar una que otra chelita, uno que otra cosilla por ahí jeje, conociendo gente nueva, aprendiendo un poco más de alemán, con las orejas bien atentas (aunque en muchas ocasiones no era suficiente, lamentablemente), y con el bolsillo sufriendo... Llevar sólo 1 semana en Alemania, y ver que medio litro de chela cuesta 3 € duele, o que los tragos preparados no bajan de los 6 o 7 € duele más... Bueno, pero había un poquito de plata por ahí, así que no problem! Por ejemplo, una pequeña anécdota freak... Un día, con Leonie, nos juntamos con amigos suyos de la U. De hecho, era 1 y el otro era amigo de él. Bien simpáticos los cabros, y, puta graciosos con chela y copetes y todo... Bueno, la cosa es que nos juntamos en un lugar a tomar un par de cosas (obvio que chela), donde estuvimos sus 2 horas, y luego de ahí nos fuimos a otra parte...con ganas de buscar algo de música bailable. Aquí hay un problema: encontramos música, nos quedamos ahí lesiando, pero, según yo, no era PARA NADA bailable... Era una wea muy graciosa, una fiesta TECHNO - REGGAE... Dijeron, acá nos quedamos, y yo "QUEEEEE??? ODIO EL REGGAEEE", pero filo, me quedé igual. De todas manera iba a ser gracioso ver a estos alemanes jugosear en esta fiestoca... Cuando entramos a este bar, antes de bajar al sótano (donde era la fiesta), preguntaron qué había... RESPUESTA: "No, un DJ de München...super bueno"... La música claramente se escuchaba, y yo sólo podía remitirme a..."no...esta wea no es música...O sea, el reggae me carga, y technizado...PEOR"... En fin, nada que hacer...bajamos a la fiesta, y por mis orejas iba entrando cada vez más fuerte la llamada "música" del "famoso" DJ... No podía entenderlo. Yo ya comenzaba a familiarizarme con el freak concepto alemán de pasarlo bien, y, de todas formas, era bueno... Daba lo mismo que la música fuera pésima, igual se podía pasarlo bien... por último, hacías tu mejor esfuerzo por jugosearle a todo el mundo, y, no podías aburrirte. Así fue... Muy freak. Primer encontrón con el entretenimiento alemán, música mala, chela buena, puro jugo... Balance positivo... Tan sólo imagínenme a mí en un sótano medio dudoso, con Bob Marley en el aire (o más arriba), con un "buen" DJ, con alemanes jugoseando... Varias cosas graciosas... Obvio que de repente se escapaba uno que otro grito en español de estos amorfos, de las primeras cosas que aprenden, lo cual no deja de ser memorable...

En fin, fue muy positivo haber pasado por Tübingen. Pude conocer cómo es la vida de Leonie actualmente, ahora que es independiente, que vive su vida con Martin, y con sus nuevos amigos Tübingenenses... Me gustó notar también que nuestra amistad no ha decaído, y que aún nos tenemos harto cariño, y, por supuesto, me alegra saber que ella en Julio va a ir a estudiar a la PUC por un año, y que podremos seguir viéndonos. Así como ella me ha ayudado acá, yo podré hacer lo propio una vez que pise tierras nacionales, allá en Agosto, aproximadamente el noveno día.

Insisto: gracias nuevamente, Leonie. Fue ella también la que, ayudada por Google Maps, nos llevó a Baden-Baden, el 28 de Febrero. Claro que esta pequeña travesía no estuvo exenta de pequeños problemas. En primer lugar, cuando salimos de Tübingen estábamos un poco cortos de bencina, pero suficiente para meternos a la autopista, y ahí, en alguna parte, recargar el estanque. El problema fue que NO APARECÍA NUNCA NADAAAAAA!!!! Tuvimos que salirnos en la mitad, en cualquier lugar, a un pequeño pueblo a buscar donde echar bencina... "Entschuldigung, wissen sie wo es eine Tankstelle gibt?" "Nein..." Nadie sabía nada...hasta que dimos con ella!!!! Recargamos y Leonie pudo calmarse un poco!!! jeje Bueno, eso en primer lugar... Más tarde, ya en la autopista, nos pasamos de una salida, y nos adentramos erradamente en Stuttgart, donde tampoco fue tan sencillo dar con el camino de vuelta, y en él tampoco pasarse... Por suerte, le achuntamos a la salida correcta, y tomamos camino al oeste... Y como nada podía ser tan genial, ahora su pequeño taco en la Autobahn...y reparaciones por doquier... Yo pensaba "¿Por qué?", pero no tenía caso... Todo era más lento de lo que había imaginado que sería, en fin... La cosa es que tipo 2 o 3 de la tarde llegamos finalmente a destino, luego de haber paseado un poco por la ciudad, y buscado la dirección medio escondida de la casa... Allí nos esperaba la Tere (Teresita Ossa), amiga de la hermana de José Antonio, que, sin ningún problema, nos acogió por esa noche, para ayudarnos a llegar a Karlsruhe al día siguiente. Fue algo bien particular llegar a esa familia. Fuimos recibidos como si estuviéramos en Chile, con la calidez de siempre, pero se respiraba un aire alemanizado. Son cerca de 23 años en Alemania, y, claro, se hacen notar...

Son 6 hijos (2 mujeres y 4 hombres) más la Tere y su marido Carlos, doctor de profesión. Los 3 mayores ya no viven en la casa alemano-chilena (una en Chile, otro en España y el otro no sé), y sólo los 2 más chicos siguen yendo al colegio (el que falta ni lo uno ni lo otro, me parece que se prepara para el servicio social que exigen en Alemania).

Es una tremenda casa de 3 pisos y un subterráneo, cada uno con su pieza, con su ambiente, su metro cuadrado. Para José y para mí tenían una pieza en el subterráneo: un par de camas (reales camas), y no un intento de ellas como en los días previos. Un dato muy gracioso es, imagínense, los gritos que se oyen en la casa de arriba-abajo o abajo-arriba, entre chileno-alemanes, siendo que típicamente los alemanes no lo hacen. Ahí es donde está la sangre chilena... Bueno, en fin. Mi punto es que nos recibieron muy bien, y nos ayudaron a llegar a nuestra ciudad, a Karlsruhe: comprar comida, cosas necesarias para el día siguiente. Pasamos la noche en Baden-Baden, una buena noche.

- 01. Marzo. 2007 -
Temprano directo a Karlsruhe, a la oficina donde atienden a los alumnos extranjeros, la famosa AAA (Akademisches Auslandsamt), para que nos dieran nuestra llave de la pieza. Preguntamos por la famosa llave, pero no era ahí donde había que pedirla. Aquí sólo nos podían pasar el contrato de arriendo, que debíamos entregar más tarde, en nuestra Studentenwohnheim (residencia estudiantil). Luego, en medio de la horrible lluvia que caía ese día, habríamos de ir a enfrentarnos al terrible Hausmeister, para hacer el trueque CONTRATO - LLAVE...

Bueno...hasta aquí llega la parte 2 de la historia... la parte 3 está en proceso, ya saldrá a la luz pública...

Cuídense.

6 comentarios:

Angélica Lecaros dijo...

Hola!!! que bueno que esté todo bien por esos lados y me alegro que lo estes pasando bien.

Desde la distancia te mando muchos saludos.

PD: cada día me impreciona más tu gran facilidad para escribir, podrías publicar un libro con este blog.

Nos vemos

keka

Nicolás Fuenzalida P. dijo...

Verführer!!

Como va??

Que rico fue saber de tus andadas por Alemania... te envidio de estar allá y de retomar contactos con esa gente que llegó a formar parte de nuestra historia. Me impactó también escucharte hablar de Bea. Realmente es una gran mujer, y debe ser difícil verla deteriorada. Sin embargo, siempre ha sido una gran luchadora.

Lo que no me extraña tanto son las fiestas de las que hablas... o acaso cuando estuvimos allá hace 6 años te acuerdas de haber escuchado muchas cumbias? jajaja... en todo caso, debe ser distinto carretear con universitarios.

¿A si que Leonie viene a Chile??? dile que las puertas de mi casa están 100% abiertas. Que me llame, y que sepa que en Santiago tiene casa, en especial mientras tu aún no llegas; asi, vuelves más tranquilo.

Bueno amigo, un abrazo grande a las Raible, a Martin, a Jose, y a todos los que veas por allá.

Tschüss!!

Nicolás.

Anónimo dijo...

hooolaa!!!
q rico lo q te está pasando, demasiado entretenido y pa que decirte de las fotos de florecia, preciosas!!!
sigue pasandolo asi de bien, aprende harto, recorre, pasea y obviamente....carretea!!...jajaja
besos grandes(aunque no lo creas)
feña t

Matu dijo...

Yeah Bro!!!!
Pta wn, que te puedo decir, tu ya sabi lo que siento...pura envidia!!! q bkn estar alla, pasalo la raja, y aprovecha todooo, en especial la plata pa comprar kebaps:P

ya bro muchos saludos, abrazos y todo eso!

Anónimo dijo...

Feli,
La alegría tuya es compartida acá en Chilito, ya podrás darte cuenta por los comentarios recibidos.
La idea es que aproveches al máximo tu pasada por tierras germanas y, porque no decirlo, tierras europeas!!!
El auspicio casi lo tienes ganado, pero obviamente no todo lo que se te ocurra mmmmmmmmmmm
En todo caso sigue contándonos como va tu periplo y manda fotos.
Un abrazo,
papamono

Unknown dijo...

Hola Felipe

Las fotos están preciosas, y tu historia muy de ti. Es genial que escribas y nos cuentes con detalle lo q vives..., así estamos siempre contigo.

Continúa disfrutando esta locura tuya q es fascinante.

Ojalá no esté tan agotador eso de hablar y pensar en alemán too el rato, bueno pero pa eso tienes tu blog... jejeje

Cuídate,

Maravilla